Coca de chicharrones

La cocina era pequeña, con el suelo hidráulico de antaño. Por contra las habitaciones eran grandes. A la vieja usanza. Ambas daban al balcón hacia la plaza desde donde yo me solía esconder entre risas tontas después de echar agua con un salero a los transeúntes. La luz que entraba desde la cocina y se dibujaba en la alfombra con un tigre de fondo era mágica. Jugaba a perseguirla, como a las sombras.
De esa cocina siempre han salido platos tradicionales excepcionales. Y el jueves lardero no faltaba la tortilla de patatas, la butifarra de huevo y la coca de chicharrones.

Coca de chicharrones

Aunque el comedor era pequeño y no permitía poner un sofá, nos quedábamos hasta tarde después de la cena viendo películas o documentales, tisana en mano.

No sé en qué momento esto se perdió, no sé muy bien por qué no conseguí transmitirlo a los míos. Ya hace tiempo. A mi hija cuando algo no le convence no duda en escupirlo, el mayor es vegetariano y mi pareja francesa. Sin comentarios.  Pero el caso es que ahora los jueves larderos sigo comiendo mi coca de chicharrones aunque sea sola y ahora me la cocino yo.

Coca de chicharrones


El hojaldre no, que lleva mucho trabajo y me da palo. Es mi punto débil, lo reconozco. Y eso que el resultado es brutal, pero sólo lo hago para los croissants. Aunque algún día os mostraré cómo hacerlo, que no se diga.

Coca de chicharrones

Ingredientes para cuatro cocas pequeñas o una grande. Tiempo de preparación: 30 minutos más 20 de horneado

1 hoja de hojaldre congelada (yo la compro en la panadería Baltà en Sants, siempre es más buena)
200 g de chicharrones
Azúcar blanco
Anís (Optativo)
Piñones (Para decorar)

El hojaldre es una masa que se estira y se pliega varias veces (para formar estas capas) y entre pliegue en pliegue se deja reposar en nevera. Cuando compramos la masa hecha no sabemos cuántos pliegues tiene.  Está ya lista para consumir. Pero nosotros, para hacer esta coca necesitaremos volver a extenderla.

Calentamos el horno a 180ª y extendemos sobre la superficie de trabajo la masa de hojaldre (previamente descongelada) con el rodillo. Trituramos los chicharrones con el minipimer. Tiene que ser como un polvo. Extendemos por encima de toda la superficie de la coca. Hacemos un pliegue simple. Es decir, llevamos un extremo de la masa hasta la mitad de la masa y cubrimos con el otro extremo de masa. Como si plegáramos una toalla más o menos. Cubrimos con film y lo dejamos reposar en nevera 10 minutos.

Cogemos otra vez la masa y sin desplegarla, echamos más polvo de chicharrones por encima y extendemos otra vez pero en el sentido contrario de antes, dando un cuarto de vuelta. Es decir los pliegues tienen que quedar cara a nosotros. Ponemos azúcar por toda la masa para que caramelice bien y pasamos un poco más el rodillo. Volvemos a plegar. Ponemos azúcar encima y volvemos a extender. Otra vez girándola un cuarto. No tiene que quedar muy fina.

Ahora recortamos los extremos para que quede rectangular y la cortamos en porciones rectangulares. A mi me dio para cinco. Ponemos piñones y más azúcar por encima. Opcionalmente, echamos un chorro de anís. La coca típica lleva hendiduras en todos los lados de la coca que hice con la punta de un cuchillo (optativo). Horneamos entre 15/20 minutos o hasta que esté dorada.

Que conste que no os vendí que fuera ligera. Buen fin de semana a todos.


8 comentarios

  1. Hola Sonia, me encanta el modo que tienes de transportarnos con tus relatos a esos lugares que describes. Tienes un don. Y respecto a las fotos, preciosas. La receta no la conocía. Por aqui, bueno, cruzando la frontera, mas por la zona de Navarra existen unas tortas de chicharrones que me encantan. Justo hace un par de dias he estado informandome para hacerlas. Aparecen en uno de los libros de los que hablaba ayer. Bueno, que pases un feliz fin de semana. Un besote. Maite

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    1. Gracias bonita, no sé si tengo un don o no, pero para mi el blog es una forma de comunicar. Comunicar a través de mis palabras, las fotos y las recetas que son cosas que me gustan y parte de mí. Si con ello consigo transportaros a cada uno de estos rincones me hace muy feliz. Estoy segura de que estas tortas de las que hablas deben ser muy parecidas a estas. Si encuentras la receta no dudes en compartirla. Un beso preciosa.

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  2. Yo he tomado la misma decisión que tú con mis tortas de txantxigorri, es decir, chicharrones. El vikingo no las quiere, mi compi de piso es vegana, y yo no quiero renunciar a ellas. El reto, fue encontrar chicharrones en Madrid. Pero todo es ponerse.

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    1. Efectivamente, no vamos a renunciar a ellas. También se hacen con hojaldre? Txantxigorri. Me encanta como suena, en catalán se llaman llardons o greixons. Y no sabía que en Madrid no se encontraran chicharrones, yo que creía que era algo super castizo...bueno, tu ponte y luego me dices ;-) Un beso enorme bonita

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  3. T'ha quedat de luxe!!! Si sembla del forn!!!
    Un petonàs!

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    1. Merci bonica! Imagino que això del llardons per Holanda como que no no? ;-) Un petonàs!

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  4. Tienes toda la razón, hay costumbres familiares que de ninguna manera podemos transmitir a nuestra familia, pero igual que tu yo también tengo mis consuelos gastronómicos. Una pregunta, que son chicharrones? para mi son las cortezas de cerdo fritas, pero para esta receta???? Un abrazo.

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    1. Hola Connie! Tienes razón que en cada región el concepto chicharrón cambia, pero sí es cerdo! En Cataluña los chicharrones se hacen compactando y luego friendo los trocitos de cerdo que quedan después de haber extraído la grasa, de manera que quedan en forma de laminitas doradas y crujientes. Se venden a peso en las charcuterías ;-) Y por lo que veo en el País Vasco y Navarra hay algo parecido también. Un beso!

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