Cheesecake de lima sin horno

Su cuerpo se dibuja en las sábanas empapadas por el calor. Las gotas de sudor resbalan por su pecho buscando un camino dónde esconderse. A Mariona poco le importa. Trabajadora sin descanso es capaz de espantar las telarañas de su cabeza y de su cansado cuerpo. La noche ha sido corta pero la cocina no espera. Los pequeños y curiosos pasos de Camila se abren en el silencio y su cabecita se asoma por la puerta entornada, el pelo revuelto, los ojos medio cerrados. Mariona la abraza, el alma revuelta de quién no ha podido ser madre pero ha amado como tal.

Es verano y en el mármol descansan las limas de esa tierra que lleva en sus venas pero nunca llegó a conocer. Camila se sube a la silla, el delantal entallado en su cintura, la cuchara de madera en la mano. No hay nada que más le guste que ayudar a Mariona en la cocina. En silencio y la sonrisa dibujada en la cara empieza el cheesecake de lima que presidirá la mesa hoy.


Ya es medianos de julio y mi cuerpo aún no ha probado el salitre de la playa. De momento sólo conoce el del sudor de las noches de insomnio por el calor. El ventilador y los porticones entreabiertos no consiguen disimular la aplastante humedad de esta ciudad que es Barcelona. Mis días pasan sin más presididos por las noches sin dormir. Mi ritmo se ralentiza, mi cerebro no piensa y lo que menos me apetece es pensar o abrir un horno.


Sigo el curso de los días sin preguntarme mucho. Me digo que tengo que espabilar, la lista de cosas por hacer se alarga y pronto tendré que decidir qué hago el año que viene, pero una especia de apatía descendente se ha apoderado de mí. Y así ando dejando pasar los días.

Ya hace dos semanas que dejé atrás el sonido de las cascadas. El mayor está en Inglaterra, la pequeña en el casal. Y ni la perspectiva de unas semanas solos consiguen despertar mi mente que se enfoca en una pequeña cala de la costa con la brisa marina enredando mi pelo.

Esta semana me decidí a hacer una tarta fresca, veraniega y lo que es más importante sin horno. Porque entiendo que quién más con menos todos estáis un poco como yo. Y aunque este blog ya ha hecho una pausa larga es inevitable que se impregne del ritmo del verano.

Cheesecake de lima

Ingredientes para una tarta de 20 cm.

Para la base:

150 g de galletas tipo digestive
40 g de mantequilla

Para el relleno:

2 limas
2 huevos
3 hojas (6g) de gelatina neutra
250 g de queso tipo philadelphia
75 g de azúcar
150 ml de nata líquia

Para decorar:

2 limas
100 g de azúcar
100 g de agua

Untamos un molde desmontable con mantequilla pomada (blanda) y un pincel. Picamos las galletas en un robot y fundimos la mantequilla en el microondas. Mezclamos bien con las manos hasta conseguir una pasta y la vertemos sobre la base del molde, repartiéndola bien y presionando con las manos. Dejamos enfriar en la nevera.

Hidratamos en un bol con agua muy fría la gelatina, secamos y escurrimos. En un cazo, calentamos el zumo y la ralladura de las limas y le añadimos la gelatina hasta que se disuelva bien. Dejamos enfriar. Aparte mezclamos el queso con el azúcar en un bol. Añadimos la nata líquida y las yemas de los huevos. Finalmente añadimos la mezcla de la gelatina.

Batimos las claras a punto de nieve y las añadimos a la masa con una espátula. Removiendo de forma suave y envolvente de arriba a abajo. Vertemos la mezcla en el molde y nivelamos. Dejamos reposar en la nevera mínimo 3 horas.

Para decorar cortamos muy finas las limas en rodajas y las ponemos en una sartén con el azúcar. Dejamos confitar a fuego bajo unos 20 minutos o hasta que se ablande la piel. Dejamos enfriar y colocamos encima de la tarta. Rociamos con el jarabe repartiendolo por toda la superficie. Si ha quedado muy espeso lo podemos calentar añadiendo algo de agua. Si por el contrario está muy líquido dejamos reducir un poco.

Buen provecho!

Cheesecake de lima

6 comentarios

  1. Me llevo la idea, que me piden cositas dulces en casa pero no puedo ni soñar con encender el horno!. Besos

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    1. Síi, la idea del horno me aterroriza. Mi cocina se convierte en una auténtica sauna! Un beso

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  2. Son igual de buenas estas tartas....disfruta de tu "soledad" y del día de hoy....me pasa que cuando me quedo sola hago menos cosas que cuando estoy metida en plena vorágine....
    Besos guapa
    Marialuisa

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    1. Gracias bonita. La verdad es que yo hago mucho más estando sola pero con este calor es que no puedo..Un beso preciosa

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  3. Querida Sonia, reconforta un poco ver que todas estamos igual! Es lo que tiene el verano en tu ciudad y en la mía, que es un aaaascooo y no hay quien pegue ojoooo, y por el día estamos arrastrás, normal y corriente. Ánimo, esperemos que el final de agosto nos dé una tregua y ya no quede mucho de este calorazo sofocante. Ya pensaremos cosas chulas cuando volvamos a dormir un par de noches seguidas. ;) Besazos, Fer

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    1. Sí, realmente me siento como una babosa arrastrándome y no me apetece hacer nada. O sea que de momento como andamos todos un poco igual mejor no complicarnos mucho la vida ;-) Un beso enorme Fernanda

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