Erase una vez una silla

¿Cómo convertir una silla en el regalo perfecto para el amigo invisible sin pasarse del presupuesto? No, no lo encontrarás en el catálogo de Ikea. 

Fácil, sólo tiene que tocarte una loca por el chocolate y juntarla con una loca de la repostería. Y el resultado es una caja galletas de chocolate con motivos navideños.

Y es que cuando saqué el nombre de la bolsa y vi escrito "Inma" pensé: que fácil me lo habéis puesto.

¿La silla? Siempre cuento con ella para enfriar las galletas en las rejillas.

¿La receta? La misma que utilicé para las galletas que hice en Halloween decoradas con fondant teñido de verde para los árboles.

Por cierto, puedes sustituir los 50 g de cacao por harina y tienes unas magníficas galletas de vainilla. ¿Qué no te gusta la vainilla? Sustituye la esencia de vainilla por otra que prefieras: café, limón, naranja. Lo que quieras. 

No hay mejor regalo que el que has hecho con tus propias manos. 

Y para seguir con el chocolate, mientras preparo el turrón y los panes navideños, prometo un brownie para la próxima vez.



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