Por lo que no pienso hacer balances y dedicarme a la evaluación continua que es lo que se lleva. Ni tampoco voy a marcarme propósitos de año nuevo. Simplemente dejaré que las cosas fluyan y ellas ya encontrarán cómo llegar al mar o crear un propio si hace falta.
En todo caso os deseo un feliz inicio de año y que esté lleno de momentos y proyectos bonitos.
Este ejercicio era necesario, porque cuando nos entumecemos es muy fácil caer en la desidia. Es como una bicicleta con las ruedas oxidadas. Te dices que tienes que seguir lo que te dicta el cuerpo en cada momento, pero a menudo son sólo excusas para no escuchar lo que nos dice el corazón. El cuerpo nos pide parar, pero esos parones son para coger impulso y crecer, fortalecerte. No para quedarte allí, en la desidia.
Total, que ahí, me puse chula y me dije de publicar aunque las fotos no fueran ideales. Una tiene que sacar su lado Pantoja de vez en cuando. Aunque ya podría salirme su cuenta bancaria.
Este año empieza cargadito pero iremos tejiendo el camino y si es necesario extenderemos nuevos puentes.
¿Qué tal si iniciamos el camino con este bundt cake de avellanas?
Bundt cake de avellanas
Ingredientes para el cake:
250g de mantequilla
225g de azúcar moreno
2 cucharadas de azúcar moreno (para triturar junto a las avellanas)
125g de avellanas tostadas sin piel
175g de harina
3 1/2 cucharaditas de levadura
1/4 de cucharadita de sal
5 huevos medianos
1 cucharita de extracto de vainilla
Para las avellanas caramelizadas (decoración):
150g de azúcar glas
300ml de agua
50g de avellanas tostadas y sin piel
Precalentamos el horno a 170º y engrasamos un molde de bundt cake de 20 cm (también lo podéis hacer en un molde normal.
Fundimos la mantequilla en un cazo a fuego medio hasta que coja un color dorado, lo colamos para separar el suero y la mezclamos con el azúcar moreno. Dejamos enfriar.
Con un robot de cocina trituramos las avellanas junto a las dos cucharadas de azúcar moreno. Con cuidado de que no llegue a soltar aceite.
En el bol de la amasadora mezclamos los secos: la harina, la levadura y la sal. Aparte, añadimos los huevos y la vainilla a la mantequilla y mezclamos bien.
Poco a poco vamos añadiendo la mezcla de mantequilla a los secos hasta que quede una mezcla homogénea. Acabamos, añadiendo la avellana triturada.
Vertemos la masa en el molde y horneamos unos 35-40 minutos. Dejamos enfriar sin desmoldar unos 10 minutos y después desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Preparamos las avellanas caramelizadas. Es el mismo proceso que si quisieramos garrapiñarlas.
Mezclamos el azúcar y el agua en un cazo. Con la ayuda de un termometro calentamos hasta 121º. Vertemos las avellanas y con una cuchara de palo vamos mezclando y mezclando hasta que el azúcar coge una textura de arena y las avellanas estén bien envueltas.
Extendemos las avellanas sobre un papel de hornear para que se enfríen. Y acompañamos el pastel con las avellanas.
250g de mantequilla
225g de azúcar moreno
2 cucharadas de azúcar moreno (para triturar junto a las avellanas)
125g de avellanas tostadas sin piel
175g de harina
3 1/2 cucharaditas de levadura
1/4 de cucharadita de sal
5 huevos medianos
1 cucharita de extracto de vainilla
Para las avellanas caramelizadas (decoración):
150g de azúcar glas
300ml de agua
50g de avellanas tostadas y sin piel
Precalentamos el horno a 170º y engrasamos un molde de bundt cake de 20 cm (también lo podéis hacer en un molde normal.
Fundimos la mantequilla en un cazo a fuego medio hasta que coja un color dorado, lo colamos para separar el suero y la mezclamos con el azúcar moreno. Dejamos enfriar.
Con un robot de cocina trituramos las avellanas junto a las dos cucharadas de azúcar moreno. Con cuidado de que no llegue a soltar aceite.
En el bol de la amasadora mezclamos los secos: la harina, la levadura y la sal. Aparte, añadimos los huevos y la vainilla a la mantequilla y mezclamos bien.
Poco a poco vamos añadiendo la mezcla de mantequilla a los secos hasta que quede una mezcla homogénea. Acabamos, añadiendo la avellana triturada.
Vertemos la masa en el molde y horneamos unos 35-40 minutos. Dejamos enfriar sin desmoldar unos 10 minutos y después desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Preparamos las avellanas caramelizadas. Es el mismo proceso que si quisieramos garrapiñarlas.
Mezclamos el azúcar y el agua en un cazo. Con la ayuda de un termometro calentamos hasta 121º. Vertemos las avellanas y con una cuchara de palo vamos mezclando y mezclando hasta que el azúcar coge una textura de arena y las avellanas estén bien envueltas.
Extendemos las avellanas sobre un papel de hornear para que se enfríen. Y acompañamos el pastel con las avellanas.
Yo peco constantemente..jiji...
ResponderEliminarFeliz reintree que es lo importante
Besos
Marialuisa
Sí, es que el pecado es muy tentador Marialuisa ;-) Un beso y feliz vuelta a tí también
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