Londres bajo la nieve


Londres blanca, bajo una espesa capa de nieve. Imágenes de postal y los pies helados al caminar. Chicas con mini faldas y medias de verano, mientras mi cuerpo se asemeja poco más que a una cebolla. 

Poético, romántico viaje, si no fuera por que íbamos toda la troupe. Es decir mamá oso, papa oso y los oseznos N. y E.

Viajar con niños es digamos diferente, pero no menos interesante. Para nosotros viajar con ellos es parte de la educación que les damos. Abrir la mente a otras culturas, escuchar otros idiomas, comidas con aromas y sabores distintos, museos y saber comportarse en restaurantes y otros espacios públicos como el avión.

Cuando además tu hijo mayor tiene Altas Capacidades viajar es darle un estimulo añadido. Viajar con él ha sido siempre interesante y un placer. Con N. otro gallo canta. 

Hablando de gallo en Londres a la niña le salió su côté français y se negaba a tomar bocado a la comida inglesa mientras negaba ostentosamente con la cabeza y hasta te la escupía.




Ya conozco los tópicos de la comida inglesa pero a mi me gusta. Poder comer una hamburguesa vegetariana en un pub es un lujo difícil de conseguir en Barcelona. La influencia india es patente con los curries y las especies y yo me vuelvo loca. Por no hablar de los pasteles. Lo siento, es que no tienen rival. Pero claro, la niña tiene carácter.

Con niños o no Londres es magnifíca, digna de descubrir. Hasta los árboles te sonríen.



Obviamente no pude evitar visitar el local de Peggy Porschen y para ello arrastré a todos a través de  la nevada. El local es una cucada y los cupcakes se muestran provocadoramente ante tus ojos. 
Pero ahí se quedó mi affair con Peggy porque es muy pequeño y pretender entrar con un cochecito era misión imposible.

Imaginaros la escena yo cubierta de nieve, vestida a modo de cebolla, entrando en un lugar superchic y preguntando si no había espacio mientras a fuera bajo la nieve, tras la puerta, se dibujaban las siluetas de mi familia esperando poder entrar.

Hay un dicho victoriano que reza "children should be seen and not hear", por lo que me retiré discretamente pero con las ganas de comerme un cupcake. 

El chocolate fudge cake que nos zampamos en el primer pub que vimos me calmó un poco la decepción de quedarme a las puertas. Y sí, fuimos a un pub con la baby, aunque sé que no está muy bien visto, pero qué caray. También sufrimos los metros sin ascensor, pero con globos.

Nos la pateamos entera, de día...

De noche...
Y nos quedamos con muchas, muchas ganas de volver y yo de hacer esos cakes...

4 comentarios

  1. Que bonito londres...y más nevado!!!!

    Besitos guapa...tengo tu bufanda en nuestro taller, si algún dia vengo a Barcelona quedamos y te la devuelvo!

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    1. Hola Lidia! si te vienes a Barcelona estaré encantada de irme a tomar un buen trozo de tarta contigo por donde sea, pero no lo hagas por la bufanda. Quedatela de recuerdo o dala a Caritas o haz una colección de objetos de tus alumnos :-) Un beso preciosa

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  2. Quines fotos tan maques! Londres és una ciutat preciosa... però jo mai l'he vista amb neu! M'has fet enveja! A veure si m'escapo aviat, que tinc mono...

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    1. Hola Paula! Londres es preciosa amb neu o sense. Hi ha molt a veure. Mono? Però si acabes de tornar de Madrid!

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