Tarta de manzana con mazapán

Año tras año se repetía la misma escena. Echada sobre las viejas baldosas de mosaico ponía en el radiocasete los villancicos que darían la bienvenida a cada miembro de la familia. La recuerdo tumbada con la música sonando y rodeada de cómics y libros. El pelo rubio acaronando su cara. Ponía la mesa con ilusión. Cada cubierto en su sitio, las copas bien alienadas, las servilletas bien dobladas. Su memoria era un collage de imágenes: los calamares a la romana y los berberechos sin salsa para ella, el primo David celebrando el pollo con ciruelas, el tio Amado quejándose de que le falta sal al caldo y el tio Manel de que no quiere galets, la piña con cointreau, los turrones, las neulas, el cava regando la mesa y ella subida en una silla recitando un verso. 



Este año ya no estarán en la mesa ni Manel ni Amado, muchas botellas se quedarán por abrir, pero la ilusión que la invadía cada vez que llega esas fechas sigue invadiéndola. 

Las galletas para el árbol, la corona en la puerta, las luces en el árbol, el horno preparando el roscón de reyes y el tronco de navidad, el centro de mesa y las figuras de los reyes en el mueble del salón. Sí, esa niña, que sigue rodeada de libros, aunque el cansancio le haga cerrar los ojos. Y aunque el blog aún no se vista de renos, creedme ya hace días que esas cajas que año tras año contienen la navidad, se abrieron y liberaron su espíritu inundando la casa. Ahora es el pelo de Nora el que corona su carita redonda.



Con energías repuestas, tras acabar el Atelier de Jackie Rueda para seguir mejorando poco a poco con las fotos, el calendario pasa insolentemente las hojas. La fecha se acerca y en la lista siguen las cosas por tachar. El diseño del blog a medio hacer, las ideas que quería poner sobre papel siguen en mi cabeza. ¿Llegaré? Creo que en enero me cojo una semana solo para mí. Que magnífico regalo sería.

Mientras no consigo ir ni a por los ingredientes de los turrones y el resto de dulces, os dejo con la tarta de manzana que os prometí, la que nos enseñaron en el Club Escandinavo de Barcelona en el taller de Fes-te Farinetes




Para la base:

125 g de mantequilla
350 g de harina floja
50 ml de azúcar lustre
1 huevo

Precalentamos el horno a 225 g. Mezclamos todos los ingredientes de la base, la extendemos con el rodillo, con un papel de horno encima y otro debajo, y ponemos la masa en un molde de tarta de unos 22 cm de manera que cubra el fondo y las paredes (mejor que se pueda sacar el fondo o los laterales). Picamos el fondo con un tenedor, cubrimos con papel de film y dejamos en la nevera media hora.

Para el relleno:

4 manzanas reinetas
250 g de mazapán (1 huevo entero o una clara de huevo, 250 de harina de almendra y 125 g de azúcar)
3 huevos
100 ml de leche
3 cucharadas soperas de azúcar moreno

El mazapán lo podemos comprar hecho pero es muy fácil de preparar. Hay dos tipos de mazapán: el mazapán crudo, que siempre tendrá que hornearse y el mazapán cocido, que es con el que se hacen figuritas. Nosotros haremos un mazapán crudo. Para ello mezclamos la harina de almendra (mejor si es de calidad) con el azúcar y luego añadimos el huevo, amasamos bien y obtendremos unos 400 gramos de mazapán. La diferencia entre utilizar el huevo entero o solo la clara es que con la clara el mazapán dura más, pero también queda más seco. Con el huevo entero sólo dura 4 días fuera de la nevera y siempre cubierto con un film de plástico tocándolo (sin dejar aire entre el film y el mazapán).

Mezclamos 250 gramos del mazapán con los huevos y la leche y vertemos en el molde.

A parte, pelamos y cortamos a gajos las manzanas. La manzana reineta es una variedad que conserva muy bien la pectina porque está menos lavada que otras variedades. La pectina es lo que genera la jalea y que da esta textura tan especial a las tartas. Hay dos tipos de reineta, la verde que es la mejor pero cuesta mucho de encontrar, y la gris de Canadá. La manzana golden también contiene bastante pectina pero es mucho más dulce que la reineta y por lo tanto para los postres con el azúcar que añadimos y en este caso además, el mazapán, puede ser excesivamente dulce. Yo os aconsejo utilizar reineta para los postres (la encontré en Casa Ametller, pero seguro que la tienen en otros sitios).

Cubrimos la tarta con los gajos de manzana y espolvoreamos con el azúcar moreno. En Suecia utilizan un azúcar que es más caramelizado, aquí no sé dónde se puede encontrar.

Dejamos cocer unos 30 minutos. 

Este postre está mejor si sirve un poco caliente acompañada con nata o una salsa o helado de vainilla.



¿Y vosotros? ¿Os gusta la navidad o sois de los que os agobian las fiestas? ¿Ya empezasteis a decorar la casa?

Un beso y feliz puente.

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