Frasier en copas

Siempre me gustaron las fresas. Desde su forma, color a sabor. Me gustan de cualquier forma, solas, con vinagre, con azúcar, con nata. Simplemente me encantan. Desgraciadamente cuesta encontrar que sean buenas y cada vez existe más la tendencia a volver al Jurásico. Son gigantes, enormes, imagino que por la cantidad de agua que contienen. Me he dado cuenta de que esta tendencia está afectando a otros frutos. Así se encuentran frambuesas del tamaño de mi meñique y mangos como pelotas de rudby.

La tarta frasier para que quede bonita, tiene que tener las fresas bien calibradas, del mismo tamaño y no ser muy grandes.
Huevos, Fresa
Así que como tenía antojo de frasier y las fresas eran del tamaño de un huevo decidí hacerlo en copas individuales. Un formato que cada día me gusta más.
Fresas
Ha sido una semana especial. He estado de baja. El fuerte resfriado que arrastro desde hace un mes junto al cansancio me forzaron a parar. Después de la ruta pastelera con Ester de La Cuinera y Cris de Us en llepareu als dits, mi cuerpo dijo basta y dormí casi 20 horas seguidas. Mi cuerpo no pedía más.

Estos 4 días de baja, tras casi más de 3 años sin faltar un día, me han demostrado lo que ya sabía, que abarcamos demasiado.

Vivimos en la cultura del esfuerzo, en que las cosas te las tienes que ganar, la visibilidad es importante y el listón díficil de bajar. Siempre un poquito más. Además debes luchar por tus sueños, reorientarte, inventarte pero tocando de pies a tierra. Y por supuesto conciliar con tu familia, ya que se merecen un tiempo cualitativo. Al final todo esto se convierte en un cóctel peligroso para la salud, especialmente la emocional. El equilibrio es fragil y exige un esfuerzo monumental, además de generarte malestar por no conseguirlo.

Y no ha sido porque haya caído finalmente, sino porque durante estos 4 días no he podido descansar ni un cuarto del tiempo que hubiera necesitado. Las gestiones familiares me lo han impedido. Reuniones en el colegio, preparar la comida, acompañarles al médico, a la vez que tu también vas, preparar un taller para la escuela y así una lista infinita de no acabar.
Frasier
Entonces es cuando una se da cuenta de que esta montaña de gestiones normalmente la haces igual pero con una jornada de mínimo 8 horas más las actividades que puedas además tener aparte. En mi caso el blog, pilates y mis clases de pastelería. Lo sorprendente pues, es que no nos enfermemos antes.

Así mañana me reincorporo, con la misma tos, pero un poquito más descansada. Porque a pesar de todo me he obligado a andar más lento por la calle, a echarme una siesta por la tarde, disfrutar haciendo las fotos y limitarme a lo estrictamente necesario.  Y bueno, a mi cuerpo, a mi cuerpo, le regalé este frasier.



Frasier en copas

El nombre de esta tarta es de origen francés y significa "fresal". Está compuesto por fresas, una plancha de bizcocho tipo soletilla, una crema mousseline y un acabado con un merengue suizo. Para estos vasos, seguiremos la misma receta, excepto la del merengue, pero en vez de montarlo en forma de tarta lo haremos así. La forma tradicional de esta tarta es cuadrada o rectangular (en porciones individuales), pero queda preciosa en forma redonda también. La característica principal son los fresones cortados perfectamente alineados dando la vuelta a la tarta. Una delicia de la pastelería francesa.

Ingredientes para cuatro copas grandes o una tarta 16 cm:

1 kg de fresones

Para la mousseline:

Tiempo de elaboración 10 minutos más enfriado en nevera

500 g de leche
4 yemas de huevo
100 g de azúcar
40 g de maizena
100 g de mantequilla
100 g de mantequilla pomada (reblandecida)
1 vaina de vainilla (yo utilicé de Tahití que es la mejor, pero también es la más cara. De todas maneras intentad que sea buena, se nota mucho en el sabor)

Para el bizcocho:

Tiempo de elaboración: 20 minutos más 10 de horneado

4 claras de huevo
4 yemas de huevo
120 g de azúcar
120 g de harina floja

Empezamos con el bizcocho precalentando el horno a 180º.

Separamos las yemas de las claras y reservamos. Montamos las claras a punto de nieve a velocidad baja. Añadimos el azúcar en 3 veces. Cuando empieza a espumar, cuando monta y al final. Sin parar la amasadora, echamos las yemas de una sola vez y le damos una sola vuelta. Paramos, quitamos de la máquina y tamizamos la harina. La añadimos a la mezcla de manera que no quede nada de harina suelta, con cuidado (para no bajar las claras) pero de forma rápida por el mismo motivo.

Cogemos una bandeja de hornear y la cubrimos con un silpad de unos 30 cm o un papel de hornear. Volcamos la mezcla en una manga pastelera y una boquilla del 10 y hacemos líneas en diagonal. Una tocando a la otra.

Golpeamos la bandeja sobre la superficie de trabajo para homogeneizar la mezcla y horneamos 10/12 minutos o hasta que se dore.

Una vez horneado sacamos enseguida de la bandeja. Dejamos enfriar y cortamos con aros de 6 cm (o el diámetro de la base de la copa que utilicéis). Necesitamos para ir bien dos discos para cada copa.

Vamos a por la crema  mousseline! Abrimos la vainilla por la mitad a lo largo y rascamos las semillas, lo mezclamos con la leche y lo ponemos a hervir junto en un cazo. Aparte blanqueamos las yemas con el azúcar. Les añadimos la maizena y mezclamos. Cuando la leche hierve, volcamos la mitad sobre la mezcla de yemas, mezclamos rápido y volcamos sobre el cazo de leche que tenemos en el fuego. Mezclamos con varillas. Es importante que la cocción sea rápida. Añadimos la mitad de la mantequilla a la crema y mezclamos.

Volcamos la crema en una bandeja limpia y plana. Dejamos enfriar un poco y cubrimos con papel de film. Enfriamos en la nevera o el congelador hasta que llegue a 20º. Entonces ponemos la crema en la batidora junto a la mantequilla pomada con la pala y emulsionamos. Yo la ablando en el microondas de 10 en 10 segundos. Es más rápido y también más seguro que dejarlo a temperatura ambiente.

Bueno, pues ya lo tenemos, sólo nos falta limpiar y cortar los fresones. Ponemos una base de bizcocho en cada copa y cortamos unos cuantos fresones para poner alrededor de las copas, como paredes. El resto de fresones los cortamos en trocitos y los ponemos en el centro de las copas. Cubrimos con la crema mousseline y tapamos con otra capa de bizcocho.

¿Qué os parece?


10 comentarios

  1. Una preciosidad!!! Pero lo que más me ha gustado es esa cucharilla, es preciosa!! Cuidate.

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    1. Gracias Conchi! Esta cucharilla es una maravilla pero por desgracia no es mía, me la dejó una amiga y es del año 39! Un beso bonita

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  2. Uma sugestão com morangos, que bom, adoro esta fruta.
    Ficou com tão bom aspecto e as fotos que lindas.

    beijinhos

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    1. Muito obrigada Sandra, adorei o seu coméntario. Beijinhos :-)

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  3. Doncs em sembla genial aquesta versió Sònia! T'ha quedat fantàstica i ho expliques perfecte, i per no parlar de les fotos, que són precioses, la primera m'encanta!! :P Quines ganes de provar un gotet d'aquests!!

    I a més, l'entrada d'avui m'ha fet pensar força, tens molta raó i hi ha hagut un paràgraf en concret que fins i tot m'he llegit dos cops per recalcar-lo dins del meu cap, hehehe Espero que tot i la tos, estiguis molt millor bonica :)

    Una abraçada ben forta Sònia i bon cap de setmana!

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    1. Moltes gràcies bonica. M'ha agradat força en versió got. Seria qüestió d'anar provant noves maneres.

      Estic millor, però és curiòs que per molt que en siguem conscient seguim la ruta que ens marquen. A vegades és una mica la sensació de teranyines :-) Un petonàs bonica. Bon cap de setmana!

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  4. Bueno, pues ya sabes, a tomarse las cosas con mas calma!!! Creo que a todos se nos olvida vivir, disfrutar.... todo son prisas. Y no puede ser. El fraisier es ideal para subir el ánimo y recuperarse!! Besos

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    1. Pues sí, vivimos un ritmo frenético y en medio de este torbellino se nos olvida vivir! El fraisier es un clásico perfecto para levanter el ánimo bonita. Un beso!

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  5. Hablamos de agotamiento... Estoy tan agotada de todo lo que quiero abarcar, que ayer llegué a casa de mi enésima reunión a las once de la noche, y cuando vi que la cena no estaba hecha, lancé al suelo lo primero que cogieron mis manos, menos mal que fue un taper y la pérdida es asumible.

    Necesitamos parar. Ya.

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    1. Conozco perfectamente este sentimiento. Y aún gracias que canalicemos, aunque no sea la manera. A mi me da por comer cualquier cosa por la noche, me da igual con no tener que hacer nada. Somos humanas pero el ritmo que nos imponemos no lo es. Y lo peor es ser consciente de ello y no ser capaces de salir de la noria de hamster en la que estamos metidas. Un beso bonita, cuídate tu también

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