Sablés de limón glaseados

Mordiscos. Pequeños, amargos, con amor. Mordiscos que levantan pasiones, mordiscos que nos hacen llorar. Mordiscos. Los míos son pequeños, tiernos y saben a limón. A mantequilla y limón.
 

Besos que se transforman en mordiscos. Mordiscos que ensucian y dejan un aura de amor auténtico sin reservas. Son los besos de mi peque al comerse un sablé de limón.

Los labios son un arma poderosa. De ellos sale nuestra voz, pero también nuestro yo interior. El que se deleita con platos, el que expresa nuestro amor, nuestra pasión, nuestra sin razón. Silbando, cantando, gritando, mordiendo y besando. A veces despacio, a veces de forma furtiva, a veces con la prisa de un ladrón.


Estos sablés de limón saben a besos. Besos de los que te hacen cerrar los ojos y que no desearías que se terminaran jamás.

Es una receta de Hofmann. Una de las que he tenido la suerte de aprender al lado de Eric Ortuño. No suelo compartir muchas. Aunque siempre estén presentes, de una forma u otra. Ya que a él le debo un crecimiento interior (y pastelero) que no hubiera podido imaginar hace apenas dos años. ¿Y qué mejor manera de compartir mi pasión por la harina y el obrador que con estos bocaditos de mantequilla y limón?

Sablés de limón

En francés sablé significa arenoso. Palabra curiosa para definir una galleta. Pero lo que define en realidad es la textura de la masa rica en mantequilla. Están simplemente deliciosas. Incluso sin limón. Y se pueden aromatizar con trocitos de chocolate, te, bergamota y un sinfín de sabores y aromas.

Ingredientes para unas 30 galletas de 3 cm:

250 g de mantequilla salada
90 g de azúcar glas
10 g de yema de huevo duro rallado
275 g de harina floja
25 g de fécula de patata o almidón de trigo

Pomamos la mantequilla en un bol con la ayuda del microondas. Para ello, le damos un toque de 10 segundos en 10 segundos hasta que quede una textura que se pueda batir, que no significa fundida.

Añadimos el azúcar y mezclamos bien con una espátula o las varillas. Añadimos la yema y seguidamente tamizamos la harina junto a la fécula. Añadimos a la mezcla. Cuando la mezcla está bien homogénea la extendemos entre dos hojas de papel de hornear. Tiene que tener un grosor de unos 2mm. Ponemos la masa en el congelador, precalentamos el horno a 160º y cuando la masa está bien fría quitamos las hojas y la troquelamos con cortadores de galleta de unos 3 cm de diámetro. Normalmente suelen ser redondas.

Las ponemos una bandeja cubierta de silpad o en su defecto sobre papel de hornear dejando espacio entre ellas. Horneamos unos 12 minutos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Lo de tener  la masa bien fría es importante porque al llevar tanta mantequilla con la temperatura de la cocina se reblandece enseguida y es muy difícil de cortar. Es mejor volver a extenderla  y ponerla otra vez al congelador si notamos que está muy blanda.

Ingredientes para el relleno de limón:

1 ralladura de limón
50 g de zumo de limón
100 g de azúcar
70 g de mantequilla fundida
100 g de huevo
15 g de maizena

Diluimos la maizena con el zumo de limón poco a poco en un bol. Mezclamos el huevo y lo añadimos a la mezcla. Seguidamente ponemos la mantequilla fundida y la ralladura de limón y lo vertemos todo en un cazo a fuego medio. Dejamos hervir un minuto y mezclamos con las varillas para que no se pegue en el fondo hasta que tenga una textura de crema. Le damos un último hervor y dejamos enfriar un poco. Extendemos la crema en una bandeja, cubrimos con film y acabamos de dejar enfriar en la nevera.

Una vez esté la crema fría, la ponemos en una manga y colocamos un poquito en el centro de la mitad de las galletas. Cubrimos a modo de tapa con el resto de galletas, como un sandwich.

Ingredientes para el glaseado de limón:

50 g de limón
150 g de azúcar glas

Extendemos el glaseado de limón sobre las galletas sin exceso y hornemos un minuto al horno a 160º.

Pecado de dioses, os lo prometo.



8 comentarios

  1. Que ricos bocados y mas de limon, me encanta
    Bss

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    1. Hola Dolores! Pues sí, el placer de mordisquear. Son realmente muy ricos y el limón les da un toque especial aunque puedes cambiarlo por chocolate, naranja o incluso te infusionado! :-) Un beso, me encantan tus últimas rutas

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  2. Son una preciosidad seguro que estan deliciosos!!besos

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    1. Muchas gracias bonita, voy siguiendo tus obras, son preciosas

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  3. Preciosa reflexión... y preciosos y delicadísimos sablés... que maravilla.

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    1. Hola Ana! Que gusto volver a verte por aquí. Muchas gracias por tu comentario, tu lo has dicho estos sablés son delicadísimos. Un deleite para el paladar. Las palabras pues tenían que estar en concordancia. Un beso bonita

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  4. Com m'agraden els teus escrits Sònia!! :)

    I aquestes galetes, que bones que són! A casa ens agraden moltíssim, realment són com petons dolços. I què dir-te de les fotos? Que cada dia són més boniques, de veritat i ho saps! ;P

    Un petonàs guapa i fins després!

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    1. Realment cadascun dels teus comentaris és com una raó per seguir fabricant històries Cris. Un petonàs i molt (i segur dolç) cap de setmana!

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