Blinis con salmón



Antes que nada disculpas por la abominable foto. Era esta o nada. Casi emulo a las fotos de algunas carta de restaurantes.

Con foto o sin foto, esta es sin duda una de las recetas favoritas de mi hijo mayor. Y de vez en cuando no me resisto a hacerla. Es una buena manera de premiarlo cuando tiene buena actitud y de tener una velada especial en familia.

Los blinis son una especie de crêpe o pancake, pero más pequeña y espesa, muy comunes en la cocina eslava. Sirven de base para numerosos pescados ahumados, caviar, confituras, mantequilla o crema agria. También pueden estar rellenos de patata, carne, queso, etc.

La receta que hago yo es una variante. No tiene mucho que ver con la receta rusa. Para empezar no pongo smetana que es una crema fresca agria. Aunque la verdad es que la podéis encontrar en cualquier establecimiento de comida eslava fácilmente. Yo sustituyo la smetana por crème fraîche, que también tiene un punto ácido y me gusta más.

Hay muchas maneras de hacerlos. En Rusia tradicionalmente se hacen con una masa de masa madre que se deja levar y que se diluye posteriormente con agua o leche. En Ucrania se hacen más a la manera de una crêpe, sin masa madre, huevos y harina. Mi receta va más en este sentido.

Se puede dar un toque especial por ejemplo poniendo un poco de mejorana en la masa y acompañándolos con jamón (esta sería la variante más de la tierra). A nosotros, nos encanta con salmón ahumado y bien untados de crème fraîche.

Como os podéis imaginar esta receta no es apta para dietas pero sí para buenos paladares.

Ingredientes para unos 10 blinis:

2 huevos
1/4 de litro de leche
225 g de harina
1 sobre de levadura
50 g de nata para montar
una pizca de azúcar
50 g de mantequilla
una pizca de sal
Unos 200 g de salmón ahumado

Elaboración:

Cascar los huevos y separar las claras de las yemas.
Fundir la mantequilla y entibiar la leche en un cazo o al microondas.
En un bol grande, mezclar la harina, la levadura, las yemas de huevo y una pizca de azúcar y de sal.
Remover con unas varillas y añadir la leche tibia y la mantequilla fundida.
Mezclar bien hasta obtener una masa homogénea.
Montar las claras a punto de nieve con una pizca de sal.
En otro recipiente montar la nata (si la dejas 15 minutos antes en el congelador es más fácil de montarla).
Añadir la nata y las claras a la masa anterior y remover con suavidad, con movimientos envolventes de arriba a abajo.
Cubrir con un paño o film y dejar reposar fuera de la nevera al menos 2 horas.
Untar una sartén con un poco de mantequilla.
Agregar una cucharada de la masa y darle forma de círculo.
Dorar los blinis 1 minuto por cada lado, más o menos. Y repetir la operación hasta terminar la masa.
Untar los blinis con crème fraîche y añadir por encima el salmón ahumado.

1 comentario

  1. Los blinis están muy ricos, la verdad es que parecen creps, pero me imagino que tendrán sus diferncias a la hora de hacerlos. Y con el salmón deben estar deliciosos. Un beso.

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