La hice tan deprisa que tenía mis dudas sobre el resultado pero al final, aunque rústico, no quedó tan mal. Entraría más bien en el perfil de castillo medieval medio en ruinas, pero se deja visitar. Está deliciosa de verdad.
No paro de maravillarme con los campos de por aquí. Con frecuencia me apeo del coche para fotografiar simplemente las flores. Me da una sensación de paz infinita.
Necesitaba estas vacaciones como el aire que respiro. Y aunque echaré de menos mi querida Costa Brava, al final alargaremos una semana más la estancia aquí aprovechando que estamos de ocupas.
Uno siempre desea ver cosas nuevas, viajar, pero a veces merece la pena detenerse un poco.
Para la elaboración, necesitaréis un molde para charlotte. O uno parecido en su defecto.
Ingredientes:
- 140 g de azúcar en polvo
- 1 cucharada de lícor de fresa (yo no le puse)
- 6 hojas de gelatina
- 500 g de fresas
- 1 limón
- 40 cl de nata líquida para montar
- vainilla azucarada
- Unos 20 bizcochos savoiardi
- Cubitos de hielo
Primero preparamos un jarabe 150 ml de agua y 80 g de azúcar (podéis doblar tranquilamente las cantidades porque es un poco justo para mi gusto). Lo ponemos en un cazo a fuego bajo hasta que se rebaje un poco y se espese un poco. Lo dejamos enfriar y le añadimos el licor de fresas (si tenemos).
A parte ponemos la gelatina en agua fría unos diez minutos. Mientras esperamos, lavamos y cortamos las fresas, excepto unas 8 ó 10 que dejaremos aparte. Las pasamos por la batidora junta al jugo del limón y lo filtramos.
Reservamos un cuarto de este coulis frío y lo ponemos al fuego lento en un cazo junto a las hojas de gelatina y el resto de azúcar. Lo dejamos hasta que la gelatina esté completamente diluida.
Mezclamos este coulis caliente con el frío que nos quedó de triturar las fresas y dejamos enfriar a temperatura ambiente.
Montamos la nata en un bol y añadimos una o dos cucharadas de vainilla azucarada. Reservamos en la nevera.
Ponemos el bol con el coulis en un bol más grande que habremos lleno antes con cubitos de hielo. Y mezclaremos con una cuchara hasta notar que espese. Luego lo quitaremos del bol de hielo y lo mezclaremos con la nata con cariño.
Cortamos el resto de fresas a lo largo. Y forramos el fondo y las paredes del molde con los bizcochos que iremos mojando con el jarabe antes. Si tenemos que cortarlos no pasa nada. Para las paredes es mejor poner la barriga del bizcocho encajado en los huecos. Luego llenamos un tercio del molde con la crema de fresas y añadimos un poco de fresas cortamos, seguimos echando crema y luego otra vez fresas y así. Al final cerramos con bizcochos otra vez. Estos moldes suelen tener una tapa abajo y otra arriba para facilitar el desmoldado.
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