Saint-Cirq-Lapopie

Y mientras la lluvia alterna con el sol y yo intento encontrar un hueco para hacer una charlotte sigo mostrándoos imágenes del Lot. 

Esta vez del pintoresco Saint-Cirq-Lapopie, cuidado al milímetro, con sus calles tortuosas, sus tiendas artesanales y sus terrazas. 



André Breton sucumbió a ella y adquirió una casa en 1950. Una antigua casa que perteneció a un noble caballero.

Sus casas medievales, ornadas con flores y mimadas para alegría de los turistas la han convertido en una de los pueblos que más gusta a los franceses. 

Desde el castillo en ruinas el río Lot nos ofrece unas vistas preciosas.



No diría que es el mejor sitio para pasearse con un cochecito pero sí consigues ir fuera de temporada alta puede ser una bonita escapada para ir en pareja.

Sus tiendas invitan a entrar y sus calles a pasear. Cuando hacía fotos me imaginaba cómo  debían ser desiertas de turistas. 

Hay un servicio de autobús gratis desde los parkings para subir hasta el pueblo si te quieres ahorrar un buena caminata.

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