Flan de chocolate con vainilla


Con la barbilla pegada a la mesa mirando absorta como con el vacío del aire bajaba. Los ojos fijos. Fascinada. Antes, la emoción de romper el plástico con el dedo. Click. ¿Bajará? La primera cucharada, la textura en el paladar. Flan. Y así, una y otra vez. Incasable, cada vez que ponía entre mis manos el pequeño recipiente de plástico, la magia se repetía.


Esa fascinación que ahonda aún en mí cuando cojo el molde y lo giro. ¿Bajará? Esa emoción que siento al romperlo con la cuchara. La misma magia que veo en los ojos de Nora cuando descubre una y otra vez el mundo, incansable, con su mirada fresca, como una ventana abierta al mundo.

¿No os maravilla ver que en aún sentimos esa magia? ¿Que aún somos capaces de sentirla? 

Flam. De chocolate y vainilla. Con esta receta participo este mes en Memòries d'una cuinera

Aunque bien hubiera podido ser de coco o de huevo o de...cuántas combinaciones posibles, qué abanico de sabores, de colores. 



Primero prepararemos un caramelo seco con 100 g de azúcar. Aunque se puede hacer más si queréis. Sé que en muchos sitios se dice de añadir dos cucharadas de agua. Pero el agua cristaliza y es mejor hacerlo sin. Hay otros tipos de caramelo pero para el flan nos basta azúcar. Para ello vamos a tener que hacerlo con cariño, controlando el fuego y no él a vosotros. No sé por qué hay la idea de que hacer caramelo es fácil. 

Ponemos un poco de azúcar en el fondo de una sartén o cazo a fuego medio alto. Y vamos mirando hasta que por magia veáis que los granos de caramelo empiezan a moverse y empieza a hacerse un líquido. Entonces podéis añadir un poco más de azúcar y mover el cazo cogido por el mango haciendo círculos suaves. Y así vamos añadiendo el azúcar poco a poco, hasta que tengamos suficiente en el fondo y, entonces sí, podemos ayudarnos con una cuchara de madera para mover el caramelo hasta que queda dorado, suave sin grumos.

Hay que ir controlando en todo momento que no esté muy alto para que no se queme pero tampoco bajo porque si no se cuaja. Hay que mantener la temperatura en la medida de lo posible.

Si durante la cocción os da quemazón en los ojos o sale humo fuerte, es que se ha quemado. Meted el cazo entero bajo el agua en remojo y volved a empezar.

Una vez tengamos el caramelo lo distribuimos por el fondo de los moldes (unos 6 o uno grande).

Precalentamos el horno a 160º y picamos el chocolate.

Vertemos la leche en una olla, añadimos la canela y la vainilla y dejamos hervir. Retiramos del fuego y quitamos la canela y la vainilla. Añadimos el chocolate a la leche y removemos hasta que se funda.

A parte, batimos los huevos con 50 g de azúcar y añadimos la leche con el chocolate. Vertemos la mezcla en los moldes y los cocinamos al baño María en el horno durante 45 minutos.

El baño María permite una cocción lenta que distribuye por igual el calor. 

Para ello utilicé una bandeja de horno honda con agua (ojo que no floten los flanes por la bandeja).

Dejamos enfriar antes de desmoldar.





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