Bomba de chocolate y salsa de chocolate

Chocolate. Subida en la silla de cocina. Apenas las puntas de los dedos tocando la base, abría poseída cada uno de los armarios. Uno tras uno. Tenía que haber en alguna parte. Estaba segura de que encontraría en algún rincón. Era imposible que se hubiera olvidado de reponer el chocolate.

Aunque pensándolo bien, ¿qué diablos haría con un pedazo? Lo que ella necesitaba era una buena bomba de chocolate. Chocolate con chocolate, nada de minucias. Como la que le hacía su abuela Camila cuando iba a su casa. Eso era lo que necesitaba. Menudo día, por favor...

Bomba de chocolate, Entre harinas, Salsa de chocolate



Su abuela siempre le decía que las penas se pasaban con un poco de chocolate. Y mientras le acariciaba la cara le acercaba una tableta. Luego le besaba en la mejilla y le preguntaba, ¿A qué ya no duele tanto?

Su abuela Camila. La que pasó de la opulencia a vivir en un minúsculo piso en la Eixample. La que le contaba mil y una historias. De cuando se comían algarrobas en vez de chocolate y recogían en el mercado los trozos de galleta que se habían roto y no podían vender.

Su abuela siempre le preparaba una bomba de chocolate las tardes de los domingos y se lo comían juntas mientras se contaban penas de amores imposibles.

Bomba de chocolate, Entre Harinas, Salsa de chocolate

Con el tiempo fue ella quién empezó a llevarle a casa los ansiados bizcochos de chocolate. Era parte de su ritual. Su abuela se sentaba en la silla del pequeño comedor mientras miraba como ella preparaba la salsa para bañarlos. Allí le escuchaba atenta, sus historias de amoríos y desamores, de viajes, de la universidad. Nunca se cansaba de escucharla. Era su nieta preferida.

La receta se la había dado la buena de la Mariona. Era lo único que había heredado de ella, sus recetas escritas con letra aplicada.

Bomba de chocolate, Entre Harinas, Salsa de chocolate

Su abuela ya no comía chocolate, cosas del azúcar, cosas de la edad. Pero ella seguía curando sus dolores a base de cacao. Y de vez en cuando aún sorprendía algún trazo en el mármol de la pequeña cocina de su abuela. Ambas seguían curando sus penas de escondidas a pequeño mordiscos de chocolate.

Bomba de chocolate con salsa de chocolate

Esta receta es muy sencilla y no falla. Un clásico de esos infalibles e irresistibles, de los que vuelan. Normalmente se hace una "bomba" grande con un  molde semi-esférico. Pero a mí últimamente me apetece todo más pequeñito. Será que la edad me ha vuelto más individualista. Para ello utilicé moldes de silicona individuales con forma de flor, pero lo podéis hacer con lo que tengáis en casa.

Ingredientes para unas 5 individuales o una grande:

100 g de chocolate negro rallado al 170% (yo lo trituré con el minipimer)
100 g de azúcar blanco
100 g de mantequilla pomada
85 g de harina floja
25 g de cacao en polvo
3 cucharadas de leche
2 huevos
1 sobre de levadura en polvo

Ingredientes para la salsa:

150 g de chocolate negro de cobertura
150 ml de leche
25 g de mantequilla
3 cucharadas de nata
3 cucharadas de caramelo

Precalentamos el horno a 180º. Mezclamos el chocolate previamente rallado con la leche en un bol. Añadimos los huevos batidos, la mantequilla ablandada (con un golpe al microondas), el azúcar, el cacao, la harina y la levadura y mezclamos con las varillas eléctricas o a mano hasta conseguir un mezcla homogénea.

Vertemos la mezcla en el molde (o los moldes) y cocemos al horno unos 40 minutos (para el grande), unos 30 minutos (para los pequeños). El centro tiene que quedar cremoso, húmedo.

Dejamos enfriar y desmoldamos.

Para la salsa troceamos el chocolate y lo ponemos en un cazo a fuego suave junto a la leche, la mantequilla, la nata y el caramelo. Removemos hasta que el chocolate esté fundido.

Servimos el pastel acompañado con la sala caliente.

Ya tenemos nuestras bombas de chocolate.

Bomba de chocolate, Entre Harinas, Salsa de chocolate

8 comentarios

  1. Ostres Sònia... com m'ha agradat aquesta recepta i que fàcil que és de fer... la xocolata em pot... hahaha! Em sembla, però, que ara em tocarà buscar per tot arreu encara que sigui només un trosset de xocolata, tot i que el que em ve realment de gust és aquesta bomba de xoco... Qui tingués a l'àvia Camila ara mateix... ;)

    Per cert, les fotos són espectaculars, quina salivera que fan venir!!

    Un petonet guapa!

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    1. Doncs sí, noia, és ben fàcil i surt genial. Hauries de veure la Nora plena de xocolata disfrutant. Estic començant a agafar-li el "truquillo" a la camara però encara em falta. M'alegro que t'agradin. Estic esperant la teva recepta d'avui! Un petonàs bonica

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  2. Como siempre... preciosa historia, y precioso postre con unas fotos impecables. En su casa seguro que andaba mi pequeño duende doméstico, al que llamo Soñador y que se come hasta el chocolate en gotas para postres, a puñados.

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    1. Como siempre un bonito comentario. Gracias Ana, de veras que da gusto ver que os gustan mis historias y no os dormiís con ellas. Sólo presentar las recetas es como ocultar una parte de mí. Soñador sería feliz en mi casa, siempre guardo un poquito por algún rincón y me los como a puñados cuando estoy nerviosa ;-)

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  3. ualaaaaaaaa Sònia, això no és una bomba, és una passada!!! m'encanta. petonets

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    1. Sí que ho és Judith sí :-) Està de por i a sobre és fàcil! Que més es pot demanar? Un petonàs!

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  4. ¡Qué fuerte!, me voy dos días y me pierdo este post....¡BOMBA TOTAL!, ¡MUERTE POR CHOCOLATE!, IMPRESIONANTE....para mí toda...seguro que me quitaba esta ansiedad que tengo, jaja
    Besos guapa
    Marialuisa

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    1. Es que no te puedes ir Maria Luisa ;-) Es una bomba total y deliciosa, ideal para ansiedad, estados anímicos bajos, o simplemente para darte el gusto ;-) Un beso enorme guapa!

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