Pastel de cardamomo y arándanos

Hace una semana fue mi cumpleaños. Pasé a cumplir 43, un número que empieza a dar cierto respeto y te hace mirar hacia atrás y mirar tu recorrido. Fue un día tranquilo en el que me tomé fiesta pero no pude ignorar las reuniones en la escuela ni otras obligaciones familiares. 43 años de experiencia. Algunas mejores que otras. Con mucho por hacer pero también mucho hecho. Fue un día dónde el regalo perfecto fue el precioso libro de Linda Lomelino, Lomelinos's cakes. Un libro de sueño tanto por sus fotografías como por sus recetas y al que dediqué parte de mi día libre a admirar. 

blueberries, arandanos

Linda es una persona a la que sigo desde antes de Instagram en su blog. Siempre me he sentido muy identificada con su estilo mystic light. Me encanta lo que transmiten su fotos, su calidez y algo indefinido y muy característico de los países nórdicos, un estilo propio. Sus pasteles además son de auténtico sueño y ensueño.

Este libro es una maravilla que os recomiendo al 100% y para probarlo, he querido hacer esta tarta de cardamomo con arándanos.

Pastel de cardamomo

Hace poco Vicky de Andapanda, a la que os animo a conocer y a quién hice fotos para su web, mencionaba una frase de Cristina Camarena: hacer camino con nuevos proyectos, sin prisa sin pausa, con los pies en el suelo y las manos en el cielo. Me pareció una frase magnífica y me hizo darme cuenta de que me falta más tejer esas estrellas. Mis raíces están muy arraigadas al suelo y aunque no pare de mirar el cielo lo veo muy lejos de mí. Es más, es como si no me perteneciera.

Pastel de cardamomo

Sin embargo he avanzado. Ya no soy la chica visceral que ni se planteaba hacer lo que le gustaba por miedo a dañar a los demás. Sigo siendo viviendo desde la pasión pero ahora ya no sigo un libro si no me apetece. Quizá con en esta reafirmación, que sólo la edad enseña, me he dejado llevar un poco por el ansia de querer sin saber exactamente qué. Pero he aprendido a callar más sin renunciar. A hablar cuando el contexto me lo permite. A aceptar que soy como soy incluso cuando creo que no soy yo o que no me dejan ser como soy. Y sigo aprendiendo, aprendiendo, sobre todo de la vida y de mí.

Pastel de cardamomo y arandanos

Esta pastel, del libro Lomelinos's cakes, es muy refrescante y da una sensación de ligereza sorprendente. Realmente delicioso e ideal para un desayuno tranquilo sola en el silencio de la mañana o con familia.

Ingredientes para el bizcocho (15 cm):

3 huevos grandes
250 g de azúcar
100 ml de leche
1/2 de vainilla en polvo
160 g de harina
2 cucharaditas de levadura química
1 cucharadita de cardamomo en polvo, o mejor acabado de rallar

Ingredientes para el relleno y la cobertura:

200 g de mermelada de arándanos (en su libro explica cómo hacerlo, yo esta vez la compré porque los frutos rojos aquí son carísimos, pero podéis ver cómo hacer en mermelada aquí)
400 ml de nata para montar
200 g de yogur griego
2 cucharadas de azúcar

Decoración:

125 g de arándanos frescos

Empezamos precalentando el horno a 170/180º. Preparamos el molde cubriéndolo con papel de hornear en el fondo y en las paredes. Para ello ponemos el molde sobre el papel y reseguimos con un lápiz el contorno haciendo un círculo. Recortamos y colocamos en el fondo. Para las paredes recortamos tiras un poco más altas que el molde.

En un bol blanqueamos los huevos con el azúcar. Aparte en un cazo, calentamos la leche junto a la vainilla. Una vez caliente la vertemos sobre los huevos y mezclamos.

Tamizamos la harina con la levadura y el cardamomo y añadimos la mezcla a la preparación de huevos. Con una espátula removemos de manera que no hayan restos de harina ni grumos, de forma homogénea.  Vertemos en el molde y horneamos unos 50 minutos.

Para la cobertura y el relleno, batimos el yogur con el azúcar y la nata hasta que espese y monte.

Cortamos el bizcocho en tres partes. Lo mejor es colocarlo sobre un plato giratorio y marcar con palillos cada una de las capas para saber cómo encajarlas después. El plato giratorio que tengo yo es de Ikea. Sobre la primera capa de bizcocho (la de abajo) extendemos una buena capa de la mezcla de yogur y encima una capa de mermelada, que habremos batido un poco antes para romper la textura. Cubrimos con la segunda capa y hacemos lo mismo. Tapamos con la tercera capa con la parte bonita hacia arriba (la que está dorada). Dejamos unos minutos en la nevera y extendemos una buena capa de cobertura de yogur por todo el pastel y volvemos a dejar en la nevera o incluso el congelador para que coja fuerza. También el resto de cobertura que nos sobra. Siempre que vamos extendiendo, limpiamos la espátula en el borde del bol para quitar restos de miga o mermelada que nos estropearían el acabado. Sacamos de la nevera y extendemos otra segunda capa y así hasta que obtengamos el resultado que queremos. A mí me gustan los acabados más rústicos y no tan perfectos. Ya sé que suena a excusa de mal perdedor, y un poco lo es porque no tengo la gracia ni la paciencia de esta mujer, pero también es verdad.

Para acabar decoramos la superficie del pastel con arándanos que intentamos sean del mismo calibre. Si no es posible, ponemos los grandes en la parte de fuera y los más pequeños en la interior.



4 comentarios

  1. Felicidades! Y desde luego no podías haber elegido una mejor tarta. Tiene una aspecto fabuloso, y con esa mezcla de sabores.....¡deliciosa! bss

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    1. Muchas gracias bonita! :-) Tienes que probarla Patricia, pensaba que sería un bizcocho más pero realmente la combinación de sabores es un acierto

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  2. ¡Felicidades super retrasadas!....el pastel digno de una reina, me encantan los arándanos.
    Besos
    Marialuisa

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    1. Atrasadas o no me encanta que te hayas pasado por aquí para felicitarme :-) Un beso enorme mi reina

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