Turrón de yema

Su mirada brilla ante las luces de Navidad, toda ella es una nube de  mariposas que revolotean a su alrededor como luces de luciérnagas endiabladas. Un universo mágico se abre ante ella. Un universo que no entiende y no quiere entender, que simplemente absorbe sin más. Cada sonido, cada luz que parpadea tras las puertas entornadas le hacen temblar entre la emoción y el miedo a lo desconocido. Palabras, gestos, miradas, personajes mágicos. Sabores que sólo descubre en esas fechas como el mazapán, el gengibre de las galletas y el turrón de yema.

Turrón de yema

La mesa se abre inabastable ante su  mirada, las conversaciones se alargan. El silencio deja paso a las risas, a los brindis. Y ella sólo sabe que se siente feliz. Todo es alegría, felicidad y besos sin fin. Otra vez las mariposas vuelan en su interior.

Turrón de yema

Su madre parece un hada entre las luces de Navidad. Casi puede palpar su alas. Su luz también es mágica y brilla con más fuerza que lo habitual. Sus ojos parecen esmeraldas y su pelo oro. Por un momento le ha parecido ver en sus pupilas su imagen reflejada. La de una niña donde lo imposible era posible y la felicidad era su estado natural.


Turrón de yema

Aunque cada vez incorporo más sabores y texturas diferentes, el turrón de yema nunca falta en la mesa de Navidad. El turrón hecho por mí, en casa. Creedme que desde que llevé los primeros en la comida de Navidad ya no puedo aparecer sin ellos. Y es que la palabra casero, no tiene porque tener la connotación negativa que muchas veces se le atribuye. Como si casero no pudiera significar artesano. Es más para mí un turrón como este es mucho más artesano que el que encontraréis en cualquier pastelería y sino probad y decidme.

 Para preparlo necesitaremos un termómetro de cocina y un quemador para la crema.

Ingredientes para el mazapán (dos barra de unos 400 g)

500 g de almendra en polvo
La ralladura de un limón
250 g de azúcar
5 yemas de huevo
1 pizca de canela en polvo

Lo primero que vamos a preparar es el mazapán. Hay distintos tipos de mazapán. El crudo como el que utilizamos en los panallets o el cocido para los turrones o las figuritas de mazapán. El mazapan cocido se hace a partir de una pasta bomba que se utiliza también para otras preparaciones como algunas mousses o el tiramisú.

En la amasadora, con  las varillas, batimos las yemas con la ralladura de limón y la canela. Mientras en un cazo ponemos el agua con el azúcar hasta que alcance entre los 112-116º. Si la temperatura es más alta el turrón quedará más dura, y si es más baja será más blando. La temperatura ideal es los 114º. Una vez alcance esta temperatura apartamos el cazo del fuego y vertemos el azúcar con el agua en forma de hilo sobre las yemas y sin dejar de batir. Paramos un momento y bajamos el azúcar de las paredes con una espátulas. Sin dejar de batir dejamos que se entibie hasta alcanzar los 80/85º. Más o menos unos 5 minutos. Cambiamos las varillas por la pala y vertemos la almendra a velocidad baja. Vamos recogiendo con una espátula o cornalina para asegurarnos que se mezcle bien. No nos pasamos mezclando. No tiene que soltar aceite.

Una vez lo tenemos lo extendemos un poco entre dos papeles de hornear, dandole el grosor de un turrón, y le vamos dando forma. Tiene que dar para dos barras. Lo dejamos al congelador para acelerar el proceso o lo dejamos a temperatura ambiente doce horas.

Ingredientes para la crema:

100 g de leche
150 g de azúcar
2 huevos
20 g de maizena
Azúcar glas y azúcar blanco para quemar la crema

En un bol, diluimos la maizena en 30 g de leche, añadimos los huevos y batimos. Aparte en un cazo hervimos el resto de leche con el azúcar. Vertemos sobre las yemas y mezclamos con las varillas a mano un poco, vertemos la mezcla otra vez al cazo en el fuego y seguimos mezclando sin batir en exceso, vigilando que no se agarre en los laterales, hasta que coja la textura de crema. Cubrimos una bandeja plana con film y echamos encima la crema. Dejamos enfriar un poco, cubrimos con film y dejamos enfriar en la nevera.

Una vez ya  lo tenemos todo. Recortamos los turrones a la medida que queramos, así de paso también pulimos un poco los laterales. En mi caso hice una barra y luego corté los círculos. El resto de mazapan lo guardé. Cubrimos un lado con azúcar glas y pasamos un hierro de quemar. Puede ser de los que se calientan en el fogón o uno eléctrico como el mío. No vale el soplete. El eléctrico es una maravilla, pero no os engaño es caro. Aunque en Amazon podéis encontrar de muchos tipos.

Le damos la vuelta al turrón. Cubrimos con una capa fina de crema, echamos bastante azúcar blanco encima y lo quemamos sin miedo.

El resultado es simplemente una delicia. El turrón se puede congelar. Una vez hecho sólo dura una semana, si es que conseguís que dure tanto en la mesa.

Turrón de yema


4 comentarios

  1. No tengo duda de que tu turrón es artesano y casero o casero y artesano..además tiene una pinta increíble.
    Lo voy a intentar hacer aunque no tengo un termómetro de cocina.
    Mañana mismo me voy a comprar uno.
    FELIZ NAVIDAD SONIA, que el 2016 te llegue cargadito de salud y mucho amor, además de que venga con muchas recetas como esta.
    Un besazo
    Marialuisa

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    1. Hola preciosa! Lo probaste? El termómetro es una inversión segura tanto para el turrón para otras cosas, no te arrepentirás y estoy segura que le sacas mucho uso :-) Feliz año, te deseo lo mejor y muchas abundancia en todos tus deseos. Un beso enorme

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  2. No me gusta el turrón de yema demasiado pero me tiraría de cabez a por estos CASEROS que has preparado. Tienen una pinta exquisita. Felices fiestas, Sonia! Nos leemos a la vuelta! Besos

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    1. Este turrón es un principio y un final con los turrones de yema que hayas probado ;-) Feliz año nuevo bonita, te deseo lo mejor para este 2016 y por supuesto nos seguimos leyendo y espero que crucemos el mundo virtual para este año :-)

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