La casa por el tejado

Ando yo un poco revuelta últimamente (ya lo habréis notado). Y me cuesta el momento para sentarme a escribir. Estoy cansada, bien podría ser la primavera, pero con todo lo que hago es difícil valorar. De aquí a Abril, al trabajo y la rutina (sarcasmo) de la maternidad, se me juntan varios proyectos. Un examen de inglés en junio, un curso de fotografía con Jackie Rueda (¡Por fin!), un taller de diseño con Meisi (¡yes!), un curso de decoración de pasteles con Patricia Arribálzaga y un taller de cocina árabe con un mega grupo de mujeres a las que quiero un montón (ya veremos cómo acaba el taller). 

Tengo muchos cajones para cerrar si quiero empezar a moverme por dónde quiero.


Con todo esto, hoy desperté al gallo con mi despertador para echar una ojeada a los apuntes del examen trimestral que tengo hoy de inglés y que obviamente dejé para el último momento. Ayer ya me quedé a saludar a la luna y mientras lo hacía sólo pensaba en la cerveza que prometimos a la profe para después del examen.


Ejemplo pésimo de madre que estudia en el último momento, que sólo piensa en tomarse una birra, decadencia de cuarentona o simplemente mujer que empieza a dedicar su tiempo y energía a lo que realmente le gusta. Que ya no acaba los libros cuando le aburren, que no mira películas simplemente por estar con tu pareja, que dejó hace mucho tiempo de creer en el sistema y cada vez está más a favor del homeschooling y las escuelas por proyectos, que le revienta que dos y dos siempre tengan que sumar cuatro o escoger entre blanco y negro, que aunque obtengas el resultado tengas que demostrar cómo has llegado a ellos y que aún así si no has seguido el mismo camino te digan que ha sido por casualidad. 


El orden de los factores no altera el producto y empezar la casa por el tejado bien puede ser una opción. O al menos se pueden crear las estructuras.

Por esto esta semana se me antojó hacer suero para hacer pan y no hacer pan para aprovechar el suero de los yogures. Y también se me antojó que no quería yogur. Que quería queso.


Ingredientes:
  • 300 gramos de queso fresco (fromage frais)
  • 1litro de leche
  • Sal
Elaboración:
  • Mezclamos la leche fría con el queso.
  • Lo dejamos reposar una noche dentro del microondas para que la leche se acidifique.
  • Al día siguiente, calentamos a fuego lento para que se formen cuajos.
  • Escurrimos la pasta lechosa que queda flotando, colándolo en un colador cubierto con un paño limpio durante unas horas.
  • Sacamos el requesón obtenido y le añadimos 1/2 cucharadita de sal por 500 gramos de requesón.
¿Resultado?

200 g de queso y casi medio litro de suero con el que haré mi deseado pan de leche con suero. 

Os dejo, tengo un hijo de 12 años acabado de llegar de colonias afónico y ansioso por explicarme un montón de culebrones, una niña de dos que no soporta verme en el ordenador e insiste en que le dibuje lunas no dudando en arracarme de la silla (literalmente) y un examen esperando.

Buen fin de semana, no dudéis en contarme vuestros proyectos de tejados.

2 comentarios

  1. A quin curs t'has apuntat amb la Meisi? A que ens hem apuntat al mateix?

    ResponderEliminar
  2. Ja,ja, no m'ho puc creure! M'he apuntat al de "Cultiva la imagen de tu blog" :-) I tu? Mira, noia una ráo més per trobar-nos i xerrar. Quan et va bé?

    ResponderEliminar