Triffle de frambuesas

El chocolate siempre ha sido como una píldora mágica para mí. Recuerdo que  no hace tanto, cuando mi cuerpo aún era capaz de equilibrarse sólo, no me gustaba el dulce. Pero siempre, siempre, me apetecía una pastilla de chocolate bien negro cuando me encontraba cansada o saturada. Por ese entonces me decía que mi cuerpo sabía perfectamente lo que necesitaba.

Ahora, cuando mi cuerpo, sólo encuentra el equilibrio en las formas curvas, el chocolate sigue siendo mi píldora mágica en esos días donde la cabeza ya no te da para más. Claro que ahora no me importa acompañarlo de algo. Ahora me resulta mucho más difícil negarme a sentarme, tomar una cuchara y disfrutar de un triffle como este. ¿Para qué lo voy a negar?

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Están siendo semanas especiales. Intensas. Productivas. Disfruto de mis vacaciones como madre que justo empiezan esta semana (cada uno anda por un lado) con una pizca de culpabilidad porque soy madre y soy así de tonta, ¿qué le voy a hacer? Las jornadas de trabajo se están alargando por necesidad pero no tener que correr para llegar a la puerta de la escuela ni tener que preocuparme por la casa ni la comida del mayor me confiere un estado de paz infinita. Estoy super zen. Hago mi gimnasia matutina, entro en la oficina temprano con una sonrisa y salgo con otra al saber que no me espera nada en casa más que a mi misma. 

Triffle de frambuesas

Ocupo mis tardes tachando cosas de esas listas infinitas de cosas por hacer. He podido revisar los títulos de las recetas, poner los ingredientes de las tartas en la sección de encargos y crear una nueva sección con mis servicios como fotógrafa en el blog. Mi próximo paso es crear una newsletter para todos vosotros y espero poder acabar algún que otro curso online que he dejado a medias por ahí. También estoy aprovechando para reencontrarme con mi pareja. Menudas copitas de vino y tapas que nos estamos tomando! No todo tiene que ser el blog, ¿no?

Triffle de frambuesas

También estoy consolidando proyectos. Aunque aún no he encontrado tiempo para ponerme manos a la obra. El día sigue teniendo 24 horas desgraciadamente. Pero si todo va bien, vais a empezar a ver ciertos movimientos y en unos meses le soltaré el lazo a la sorpresa. Y menuda sorpresa! No, no voy a trabajar en un obrador, ni tan siquiera creo que pueda hacer prácticas, mi vida seguirá siendo la misma poco más. Pero algo habrá. 

¿Qué tal si pasamos a la receta? Porque lo que es hoy sólo os suelto el relato de mi vida. 

Triffle de frambuesas

Esta receta no es mía, es de Betina Montagne que no me canso de recomendaros. A ella y sus cursos de pastelería americana en Espai Sucre. Es una bomba deliciosa, refrescante y bastante fácil de hacer. No Betina, el triffle. Aunque ella también es una bomba de energía. La base es un bizcocho que yo he preparado de chocolate y que he devorado las sobras como desayuno todos estos días.

Ingredientes para el bizcocho:

225 g de mantequilla a temperatura ambiente o pomada
135 g de harina floja
90 g de cacao en polvo sin azúcar
1 g de sal
220 g de azúcar
5 huevos enteros a temperatura ambiente
La ralladura de una naranja

Ingredientes para la crema:

666 g de leche entera (chulo el número no?)
100 g de azúcar
122 g de yemas de huevo frescas
52 g de maizena
1/4 de piel de la naranja rallada

Para el relleno:

300 g de frambuesas (sobrará)
150 g de mermelada de frambuesas baja en azúcar
50 g de ron moreno (optativo)
Media ralladura de naranja
50 g de zumo de naranja natural
Nata para decorar

Precalenteamos el horno a 170º.

Tamizamos la harina tres veces con la sal y reservamos en un bol. En la batidora con la pala batimos la mantequilla a velocidad media hasta que empiece a esponjar. Añadimos el azúcar hasta que duplique su tamaño unos cinco minutos. Bajamos parando y bajando la crema que se queda en las paredes.

Vamos añadiendo de uno en uno los huevos a velocidad baja, hasta que se mezclen perfectamente cada uno de ellos. Añadimos la ralladura de la naranja y seguimos con la harina y el cacao, poco a poco y a velocidad baja. Batimos hasta que esté bien homogéneo.

Vertemos en un molde rectangular, tipo plum cake, que habremos pintado previamente con mantequilla y harina. Horneamos una hora más o menos.

Para la crema, como siempre, batimos bien en un bol las yemas con el azúcar y la maizena. Y en un cazo hervimos la leche con la piel de la naranja. Vertemos parte de la leche hervida sobre la mezcla de yemas y batimos rápido. Vertemos todo en el cazo otra vez y llevamos al fuego sin dejar de mezclar con las varillas de mano. La tendréis en un plis plas. Quitamos la piel de la naranja. Dejamos templar un poco  y vertemos la crema en un bandeja plana envuelta en un film y tapada con más film y a la nevera! La crema es muy delicada y de ahí lo de ponerla en una bandeja plana para que se enfríe antes y sobre todo bien limpia y cubierta con film. Evitamos dejarla fuera de la nevera por la misma razón.

Una vez tenemos el bizcocho, lo dejamos enfriar y sólo nos faltará montar nuestras copas. Si queremos podemos hacer un almíbar con el zumo de naranja, la ralladura y el ron. Pero yo no lo hice en esta ocasión. Cortamos láminas finas de bizcocho y cubrimos las bases de las copas. Mojamos un poco (sin pasarnos) con el almíbar de la naranja o en mi caso sólo con zumo de naranja. Añadimos una capa de mermelada y seguimos con una capa de frambuesas. Encima colocamos una capa de crema. Y así repetimos el proceso si es necesario hasta que nos falte un dedo para el borde las copas. Entonces cubrimos con nata generosamente.  Y en mi caso he acabado de decorar con trocitos del mismo bizcocho porque no me parecía bastante calórico ;-)

Creedme, esto es un pecado.

Triffle de frambuesas

2 comentarios

  1. Oh que imagens lindas, e com tanta luminosidade, adoro, e adoro as flores.
    Triffles são sobremesas tão boas e perfeitas para aproveitar bolinhos, pelo menos por cá é assim, e depois tantas combinações de sabores, gosto muito.
    Ficou delicioso e com framboesas é perfeito.

    Beijinhos e boas férias.

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