Budín de yogur y pera

Inicio escolar. El de los críos, pero también el mío.

Soy un poco como las colecciones esas que salen en los quioscos después de vacaciones. Por fascículos, temáticas y muy aparatosas. 

Parece ser que no he superado mi etapa estudiantil y soy como Dorian Gray pero sin efecto espejo. 

El curso empezó hace un par de semanas con Meisi  y un taller scrapbooking que me encantó y del que aún me quedan como 10 o 15 vídeos territoriales por ver.

¿Alguien sabe algún truco para ganarle más horas al día o dejar directamente de dormir? ¿Algún vampiro por ahí? Calla, no que estos también duermen.

Ahora estoy liada otra vez con  Jackie Rueda, y como no me va a enganchar porque adoro sus cursos. En esta ocasión "Lazos" con Eva Lago. Fotografía familiar para aprender a transmitir esos momentos y sobre todo a incorporarme en las fotos porque no salgo ni en una. Y cuando salgo es para aparecer como un punto a lo lejos o con alguna de mis peores muecas.

Seguirá uno de autorretratos, por el mismo motivo, y otro de estilismo culinario. A ver si se nota un poquito en el blog. 

Finalmente empezaré ya muy prontito pastelería en Hofmann. A esto que no llego a contaros todo lo que quiero! Ese colage de flores que os prometí! Nada que no hay manera. Soy la pera.

El curso escolar de los críos se desarrolla sin muchos cambios. La pequeña encantada. En su papel de "bebé perfecto" y niña del exorcista en casa. Y el mayor solo os digo que el día anterior a empezar soltó "no sé por qué a malvivir le llaman rutina". 

A tal palo tal astilla.

No sé si habéis visto por las redes sociales una foto de una madre saltando de alegría por el inicio escolar. Os aseguro de que la que aparece no soy yo. Para nosotros escuela es sinónimo de desgaste energético, discusiones, reuniones y malos rollos.

Cuando la desmotivación aparece las capacidades de uno mismo por muy grandes que sean no suelen ser sinónimo de rendimiento. 

Por eso hay que echarle un poco de miel a la historia.

Ingredientes para 6 personas:

• 500 g de yogur griego desnatado (si no lo encontráis hacedlo sin desnatar)
• 4 medias peras en almíbar
• 100 g de moras u arándanos para acompañar
• 1 vaina de vainilla
• miel de milflores
• 8 hojas de gelatina

Vertemos el yogur en un cuenco grande y lo mezclamos con cuatro cucharadas de miel y las semillas de la vaina de vainilla.

Cortamos tres medias peras en dados y la mitad restante en láminas muy finas. Reservamos el almíbar.

Ponemos la gelatina en agua fría durante 5 minutos. Las escurrimos y las ponemos en un cazo con cuatro cucharadas del almíbar de peras caliente hasta que se deshagan. 

Mezclamos con el yogur, añadimos la pera en dados y removemos.

Lo vertemos en moldes individuales y lo tapamos con film transparente e lo dejamos en la nevera durante 6 horas mínimo o hasta que cuajen.

Los desmoldamos y los decoramos con los frutos, las láminas de peras y regamos con miel.